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El Deber/Economía/19-10-16.- Con parte de un crédito otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de $us 60 millones, el Gobierno espera concluir en campo y en proceso de titulación, con las últimas 26 millones de las 106,3 millones de hectáreas (ha) objeto de saneamiento en todo el país.

 

El Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), celebró ayer los 20 años de la aprobación de la Ley 3545 y los 10 años de reconducción comunitaria, que dieron impulso al saneamiento de la tierra a escala nacional. 

 

El compromiso de las autoridades, es concluir este proceso en campo a fines del próximo año y firmar la última titulación en 2017.

 

“En épocas neoliberales se firmaron 26.000 títulos y se sanearon 9 millones de ha solamente. En estos últimos 10 años, se avanzó a 80 millones de ha (75% del total) y 836.000 títulos ejecutoriales. En proceso de titulación, tenemos alrededor de 18 millones de ha. Nos está faltando intervenir en campo, alrededor de 7 millones de ha”, explicó el director del INRA, Johnny Cordero, en el acto de celebración en la ciudad de La Paz, donde participó el vicepresidente Álvaro García Linera y el ministro de Desarrollo Rural, César Cocarico.

 

Con el crédito del BID se garantizará la conclusión de este proceso, además de la realización de un sistema de derechos reales, plan de uso de suelos y un catastro rural ambiental, en coordinación con la oficina de Derechos Reales, el Consejo de la Magistratura y el viceministerio de Tierras.

 

Costo y acceso a la tierra

 

El ministro de Desarrollo Rural, destacó la reducción de los costos por saneamiento en los últimos años, lo que consideró como una buena “optimización de los recursos” del Estado y de las comunidades que en su momento, aportaron.

 

“El costo de titulación por hectárea en los primeros años (desde los gobiernos neoliberales) era de hasta $us 9,1 por ha. En la gestión del presidente Evo Morales, se gastó $us 2,3 por hectárea”, dijo.

 

El Gobierno dice sentirse muy satisfecho con la distribución de la tierra que entre 1953 y 1992, unas 39,24 millones de ha estaban en manos de la gran y mediana empresa, lo que significaba el 68% del total y 17,16 millones (30%) la poseían la pequeña empresa, el solar y la propiedad comunitaria. 

 

Mientras que la estructura de la tenencia de la tierra entre 1996-2016 cambió, lo suficiente como para que los grandes y medianos empresarios, solo obtuvieran 9 millones de ha (11%) y la propiedad de pequeños productores, campesinos e indígenas llegue a un 57%.

 

“Respecto al acceso de la mujer a la tierra productiva, antes el 89,7% era para los varones y 9,8% para las mujeres. Ahora, el 46% le corresponde a la mujer y 53% a varones”, añadió Cocarico.

 

Presencia de campesinos

 

En el marco de una explicación de la realidad del campo, García Linera descartó que el país esté disminuyendo la cantidad de trabajadores campesinos en las zonas rurales, mostrando que el Censo Agropecuario de 2013, muestra que el año 1954 había 86.000 familias campesinas, en 1984, 314.000, mientras que el censo 2013, señala que hay más de 871.927 familias.

 

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