«Debemos seguir impulsando la aprobación de nuevos eventos tecnológicos. En este congreso, hemos visto que la soya es una parte esencial de la cadena productiva de Bolivia y que la biotecnología puede convertirse en un pilar fundamental para mejorar la productividad, reducir los efectos del cambio climático y generar excedentes que aumenten los volúmenes de exportación», enfatizó en Richard Paz, vicepresidente de Anapo, durante su discurso de cierre del V Congreso Internacional de la Soya que se realizó en la ciudad de Santa Cruz.
El representante de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) destacó la importancia del evento, en el contexto nacional actual. Asimismo, resaltó que existe una comprensión creciente entre los agricultores en torno a la implementación de prácticas innovadoras que pueden aumentar la eficiencia y la productividad con un enfoque de contribución a la conservación de los suelos y la biodiversidad.
Durante dos días, 14 expertos de Estados Unidos, Irlanda, Brasil, Argentina y Bolivia disertaron los últimos avances en investigación sobre manejo de suelos, siembra, cosecha, manejo integrado de plagas y enfermedades y mecanización. Y la biotecnología, como factor que contribuye a un mejor manejo de los cultivos, mayores rendimientos y cuidado del medioambiente, fue un hilo conductor. Se incluyó también exposiciones imprescindibles de especialistas sobre proyecciones del mercado internacional y del clima.
Por ello, Paz subrayó la relevancia de la biotecnología para el desarrollo del sector. Señaló que en países vecinos “el uso de semillas genéticamente modificadas ha impulsado las exportaciones y, por consiguiente, los ingresos económicos”.
Para Anapo, el V Congreso Internacional de la Soya enriqueció la comprensión de las necesidades del sector y motivó a todos los involucrados a trabajar con determinación hacia un futuro sostenible para Bolivia. El éxito de este congreso derivó en la profundización del compromiso de la comunidad agrícola para mejorar la producción de soya de manera beneficiosa para la generación de alimentos y el medio ambiente, en la misma medida.
La cita, fijada desde sus orígenes con una programación bianual, en esta oportunidad marcó el regreso del evento después de tres años de ausencia.